Una situación que parece no tener fin y se agrava, tiene que ver con los
daños que viene sufriendo el predio de la cancha auxiliar del Club A.
Jorge Newbery en su espacio deportivo que se encuentra entre las calles
Irigoyen y España.
El jueves por la mañana los dirigentes una vez más constataron serias roturas en las planchas de cemento que enmarcan con el alambrado del rectángulo de las canchas de fútbol reducido.
Es importante destacar y de hecho se puede observar que la entidad no es arbitraria con el ingreso al predio, facilitando la libertad para que puedan ingresar jóvenes de la zona y de otros barrios al espacio donde habitualmente trabajan los planteles en sus entrenamientos, siempre y cuando no haya actividad específica.
Pero este tipo de hechos de violencia, además de ocasionar un serio perjuicio económico, obligará a la dirigencia a emplear otro tipo de medidas ejerciendo el control y restringiendo el ingreso de gente que no sea vinculada a la entidad, dejaba entrever ayer su presidente Marcelo Becker en diálogo con este Diario.
Es notorio el esfuerzo que hacen las entidades por mantener sus espacios deportivos y que inadaptados destruyan como lo hacen, genera impotencia y el lógico desánimo.
El jueves por la mañana los dirigentes una vez más constataron serias roturas en las planchas de cemento que enmarcan con el alambrado del rectángulo de las canchas de fútbol reducido.
Es importante destacar y de hecho se puede observar que la entidad no es arbitraria con el ingreso al predio, facilitando la libertad para que puedan ingresar jóvenes de la zona y de otros barrios al espacio donde habitualmente trabajan los planteles en sus entrenamientos, siempre y cuando no haya actividad específica.
Pero este tipo de hechos de violencia, además de ocasionar un serio perjuicio económico, obligará a la dirigencia a emplear otro tipo de medidas ejerciendo el control y restringiendo el ingreso de gente que no sea vinculada a la entidad, dejaba entrever ayer su presidente Marcelo Becker en diálogo con este Diario.
Es notorio el esfuerzo que hacen las entidades por mantener sus espacios deportivos y que inadaptados destruyan como lo hacen, genera impotencia y el lógico desánimo.
MB
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