Newbery vencio Barracas en los penales y festejó el 41er Torneo de Primera.
Un partido que tomó clima de final en el
complemento donde pasó de todo. Tras la definición por penales, el
festejo y la alegría se desataron en las tribunas albinegras.
Jorge Newbery empató en los 90 de juego 2 a 2 con
Deportivo Barracas y se consagró campeón en la definición con disparos
desde el punto del penal al imponerse por 3 a 2, con otra tarde
consagratoria del juvenil arquero albinegro quedándose con dos
ejecuciones.
Un partido que tomó clima de final en el complemento donde pasó de todo. Porque en el primer tiempo si Barracas hubiese sostenido desde lo conceptual el mejor manejo de la pelota y el lugar del terreno donde hasta los 20 puso el desarrollo del partido, Newbery hubiera estado en problemas.
Pero como casi siempre las finales "se rompen" por circunstancias, en el mejor momento de Barracas, con Newbery en modo más intermitente, el local a los 23 encontró el gol por un penal que Juan Armendano cerca de la acción sancionó un foul en perjuicio de San Martín que fue derribado por Rodrigo González. Simón Flocco olfateó el remate de Bertellys cruzado a su palo izquierdo pero nada pudo hacer.
En el complemento a los 8 una mala salida de Flocco en el área comparte la indecisión con un compañero, Regalado que lee el error y remata, pero Irigaray se interpone con el brazo y Armendano a instancias del línea Germán Martín marca el penal, la expulsión de Irigaray y Regalado estira las cifras a dos.
Parecía irremontable la historia para elenco de Zurita pero Barracas tiene un norte: juega bien. No perdió el orden, tomó riesgos en el fondo, soltó a Hernández a su hábitat más conocido de la mitad y sumó gente tal cual indican los termómetros de una final.
Encontró el descuento por una falta a Marconi en el área que el propio volante cambió por gol a los 23, poniendo el primer interrogante al partido.
Pero faltaba algo más, porque Barracas en la última pelota antes del final de los 90 tuvo desde Marconi el envío un centro desde la derecha, que Muñoz llamativamente en soledad de cabeza empató el partido.
Los penales
Al dramatismo que significó el segundo tiempo llegaron los penales con arranque oscuro para Barracas porque Molina le detuvo el primer remate a Rodrigo González y Enzo Baigorria levantó el suyo por el travesaño. Para Newbery había convertido Regalado y Bertellys dio su tiro en el travesaño. Convirtieron luego el arquero Molina y Nahuel López (con suspenso) para Newbery y Hernández y Franco González para Barracas y Agustín Molina le detuvo el quinto remate a Agustín Marconi para sellar el 3 a 2 final de la serie y poner a Newbery en lo más alto.
La alegría y el canto se subieron a los añejos alambres de otras tardes que contrastan con el presente del nuevo gimnasio que emerge.
El gris de un frío julio que perfora huesos en cada puesta del sol, dejó una vuelta olímpica serena, dedicada por costumbre y tuvo a Sergio Bertellys, como lo hacen los grandes escribiendo historia pura en una bandera el número 41, que son los títulos de primera división que acumula en vitrinas y recuerdos Newbery.
El chef del plantel, fue quien en este torneo se puso la cinta de capitán para sacar la cara por el equipo en una final como ayer y ser determinante en lo motivacional y mucho, pero mucho más en lo futbolístico siempre.
Minutos antes un equipo solidario y de "amigos" en el buen sentido había dejado todo. Un chiquilín como Agustín Molina que muerde el pasto de bronca cuando se equivoca por ser joven, se había vuelto "a convertir en héroe" parafraseando a Masche. Un fino y creativo Daniel San Martín había sido tan clave como la velocidad y el buen torneo de Jhona Peralta. Tan fibroso como el Chapa Hatrick administrador y raspador de la mitad, con tanto aire como Justo soplando en cada pasada por afuera, tan aéreos como Feijoo y Sáenz Valiente o cerrando calles como Lucero, - Lafitte cuando estuvo- o López en este último tramo y por sobre todo manteniendo la esencia de una fiera hambrienta y expectante de gol como Ricardo Regalado. Por esto fue campeón, por la regularidad, por plantel, por su orden dirigencial, su convencimiento y por su volumen de juego plasmado en goles y puntos en este Apertura 2019.
Jorge Newbery 2 (3) – Barracas 2 (2)
Jorge Newbery: Molina; Nahuel López, Sebastián Feijoo, Thiago Sáenz Valiente y Javier Lucero; Gianfranco Justo, Fabián Hatrick y Daniel San Martín, Sergio Bertellys, Ricardo Regalado y Jhonatan Peralta. DT: Mariano Sáenz Valiente. AC: Augusto Reboredo y Juan Carlos Minaberría. PF Iván Petrone. Utilero: Julio Rosas.
Barracas: Flocco, Irigaray, Hernández, Barrionuevo y E. Baigorria; R. González, Enríquez y Marconi; Rentería, M. Baigorria y F. González. DT: Mauro Zurita.
Goles primer tiempo: 23 Sergio Bertellys (JN) de penal. Segundo tiempo: 8´ Ricardo Regalado (JN) de penal; 23’ Agustín Marconi (DB) de penal y 44´ Nicolás Muñoz (DB). Expulsado: 8´ ST Irigaray en DB (roja directa).
Un partido que tomó clima de final en el complemento donde pasó de todo. Porque en el primer tiempo si Barracas hubiese sostenido desde lo conceptual el mejor manejo de la pelota y el lugar del terreno donde hasta los 20 puso el desarrollo del partido, Newbery hubiera estado en problemas.
Pero como casi siempre las finales "se rompen" por circunstancias, en el mejor momento de Barracas, con Newbery en modo más intermitente, el local a los 23 encontró el gol por un penal que Juan Armendano cerca de la acción sancionó un foul en perjuicio de San Martín que fue derribado por Rodrigo González. Simón Flocco olfateó el remate de Bertellys cruzado a su palo izquierdo pero nada pudo hacer.
En el complemento a los 8 una mala salida de Flocco en el área comparte la indecisión con un compañero, Regalado que lee el error y remata, pero Irigaray se interpone con el brazo y Armendano a instancias del línea Germán Martín marca el penal, la expulsión de Irigaray y Regalado estira las cifras a dos.
Parecía irremontable la historia para elenco de Zurita pero Barracas tiene un norte: juega bien. No perdió el orden, tomó riesgos en el fondo, soltó a Hernández a su hábitat más conocido de la mitad y sumó gente tal cual indican los termómetros de una final.
Encontró el descuento por una falta a Marconi en el área que el propio volante cambió por gol a los 23, poniendo el primer interrogante al partido.
Pero faltaba algo más, porque Barracas en la última pelota antes del final de los 90 tuvo desde Marconi el envío un centro desde la derecha, que Muñoz llamativamente en soledad de cabeza empató el partido.
Los penales
Al dramatismo que significó el segundo tiempo llegaron los penales con arranque oscuro para Barracas porque Molina le detuvo el primer remate a Rodrigo González y Enzo Baigorria levantó el suyo por el travesaño. Para Newbery había convertido Regalado y Bertellys dio su tiro en el travesaño. Convirtieron luego el arquero Molina y Nahuel López (con suspenso) para Newbery y Hernández y Franco González para Barracas y Agustín Molina le detuvo el quinto remate a Agustín Marconi para sellar el 3 a 2 final de la serie y poner a Newbery en lo más alto.
La alegría y el canto se subieron a los añejos alambres de otras tardes que contrastan con el presente del nuevo gimnasio que emerge.
El gris de un frío julio que perfora huesos en cada puesta del sol, dejó una vuelta olímpica serena, dedicada por costumbre y tuvo a Sergio Bertellys, como lo hacen los grandes escribiendo historia pura en una bandera el número 41, que son los títulos de primera división que acumula en vitrinas y recuerdos Newbery.
El chef del plantel, fue quien en este torneo se puso la cinta de capitán para sacar la cara por el equipo en una final como ayer y ser determinante en lo motivacional y mucho, pero mucho más en lo futbolístico siempre.
Minutos antes un equipo solidario y de "amigos" en el buen sentido había dejado todo. Un chiquilín como Agustín Molina que muerde el pasto de bronca cuando se equivoca por ser joven, se había vuelto "a convertir en héroe" parafraseando a Masche. Un fino y creativo Daniel San Martín había sido tan clave como la velocidad y el buen torneo de Jhona Peralta. Tan fibroso como el Chapa Hatrick administrador y raspador de la mitad, con tanto aire como Justo soplando en cada pasada por afuera, tan aéreos como Feijoo y Sáenz Valiente o cerrando calles como Lucero, - Lafitte cuando estuvo- o López en este último tramo y por sobre todo manteniendo la esencia de una fiera hambrienta y expectante de gol como Ricardo Regalado. Por esto fue campeón, por la regularidad, por plantel, por su orden dirigencial, su convencimiento y por su volumen de juego plasmado en goles y puntos en este Apertura 2019.
Jorge Newbery 2 (3) – Barracas 2 (2)
Jorge Newbery: Molina; Nahuel López, Sebastián Feijoo, Thiago Sáenz Valiente y Javier Lucero; Gianfranco Justo, Fabián Hatrick y Daniel San Martín, Sergio Bertellys, Ricardo Regalado y Jhonatan Peralta. DT: Mariano Sáenz Valiente. AC: Augusto Reboredo y Juan Carlos Minaberría. PF Iván Petrone. Utilero: Julio Rosas.
Barracas: Flocco, Irigaray, Hernández, Barrionuevo y E. Baigorria; R. González, Enríquez y Marconi; Rentería, M. Baigorria y F. González. DT: Mauro Zurita.
Goles primer tiempo: 23 Sergio Bertellys (JN) de penal. Segundo tiempo: 8´ Ricardo Regalado (JN) de penal; 23’ Agustín Marconi (DB) de penal y 44´ Nicolás Muñoz (DB). Expulsado: 8´ ST Irigaray en DB (roja directa).
MB (El Popular)
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