Estudiantes clasificó pero otra vez sufriendo
Le ganaba a Chacarita 2 a 0, pero se lo empataron. Su rendimiento volvió a quedar en deuda. Los goles llegaron a través de Ayrtor Benítez y Leonardo Sampaoli. Para la visita, Benítez en contra y Ponthot hizo el del empate. De todas formas, el Bata quedó segundo en el grupo y se metió en la siguiente ronda.
Ya había pasado más de media hora del final del juego y el entrenador de Estudiantes Roberto Orsatti estaba intentando ingresar a las duchas cuando atendió a OLAFUTBOL. Sus frases, en un tono calmo y obligamente menos duras que las de cualquier imparcial, dejaban traslucir una bronca interior previsible en un tipo que durante más de una década regó de temperamento y personalidad las canchas de la provincia de Buenos Aires en paradas mucho, pero mucho más, tensionantes, nerviosas y ásperas que las de esta zona 65 que vio pasar a Estudiantes a duras penas a la siguiente ronda.
A ver algo de lo que dijo ante el grabador…: “La
bronca me va a durar varios días. Soy de encerrarme a buscar explicaciones. Tenemos que mirar lo propio y hacernos cargo. En estos partidos, como les digo a los muchachos…hay que ser más ‘indios’, hay que tirarse de cabeza. Si no lo hacemos, y no metemos, a la primera adversidad, agacharemos la cabeza y quedaremos afuera. Tenemos buenos jugadores, por momentos hacemos las cosas bien pero… En estos partidos, la gente de experiencia se tiene que cargar el partido; no es tema de hacer cargo a los jóvenes”. ¿Clarito, no?
Lo importante es que Estudiantes pasó la primera fase; sufriendo pero la superó. Eso no debe sorprender porque les ha pasado a muchos que luego ascendieron (léase Ferro la temporada anterior, por ejemplo). Pero con los play off, ahora comienza el verdadero torneo y las flaquezas de temperamento (que no se cambia con la falsa guapeza de los golpes ó actitudes agresivas) en canchas llenas y con rivales e hinchas mucho más bravos que lapridenses y azuleños, las falencias individuales y colectivas, los excesos de suficiencia en lugares inapropiados, los pecados de juventud, y otros tantos etcétera vinculados, te pueden hacer despedir del torneo.
Teniendo en cuenta que Chacarita es un rival con limitaciones y que si el “Bata” rindiera de bien para arriba la diferencia no baja de un par de goles, lo visto este domingo en el primer tiempo fue aceptable.
Tras un inicio flojo, con Daniel Sánchez arrancando demasiado atrás y con imprecisiones llamativas, la mayor capacidad técnica tuvo algunas ráfagas y cada vez que la pelota llegó a Sampaoli dio la impresión que algo bueno estaba por suceder.
A los 18’, luego de una doble pared, hubo un penal a Lapalma no sancionado por el árbitro tandilense Andrés Merlos (de tarde floja, por permisivo con el juego brusco azuleños en el primer tiempo y por varios fallos desacertados en todo el juego), y enseguida, Emilio Peralta con todo el arco para sí y sin arquero le acertó a la cabeza de Rígoli que desesperadamente intentó y logró impedir el tanto.
Sin brillar, con algunos errores de esos que alteran cualquier ánimo, haciendo difícil lo simple, Estudiantes fue más, llegó un par de veces con Sampaoli (le sobra para esta categoría) y Bricka, y lo pasó a ganar a los 33’ en una pelota parada muy mal defendida por Chacarita: córner al segundo palo, Aranzábal –muy solo- la bajó al punto del penal y Ayrtor Benítez metió un soberbio y fortísimo zurdazo de sobrepique que entró entre la cabeza del arquero Acosta y el travesaño.
Aparecieron los golpes de los funebreros (lo más duro fue lo de Arrubia contra Barraza que para el árbitro ni siquiera fue amonestación), pero también lo mejor de Estudiantes: los últimos 12 minutos de la etapa fue paciencia, movilidad, triangulación y cambio de ritmo aunque sin la profundidad para asestar el golpe que duela.
Lo que faltó allí ocurrió, rapidito, tras el descanso. A los 6’ del segundo tiempo, con un Chacarita parado mucho más adelante y dejando huecos, la jugada la inició Cardona, derivó en Peralta que mano a mano con el arquero prefirió el toque al medio para que Sampaoli marque el segundo.
Volvieron las brusquedades del tricolor de Azul pero Merlos siguió haciendo la de Pilatos. Ochandategui y Gorosito tuvieron un perdón injustificado y Chacarita empezó a jugársela ante un Estudiantes que empezó a desordenarse, a perder en el ida y vuelta intenso, desprolijo y friccionado.
La cosa empezó a complicarse cuando a los 15’ un centro frontal, simple para defensores y arquero, fue peinado por Benítez con Pietrobono yendo a buscarla.
Casi calcado que ante Piazza, los delanteros bataraces tuvieron chances para liquidarlo pero no lo hicieron y nadie se hizo cargo ni de bancar la mitad de la cancha con pelota bajo la suela (lo ideal) o con presencia intimidante para recuperarla.
Chacarita creció (Estudiantes lo dejó hacerlo) con las trepadas de Zirilli, el empuje de Rígoli y Di Prinzio, la inteligencia de “Machi” Arena para jugar flotando a la espalda de Gatti y las tremendas actitud y ganas del resto.
Un tiro en el travesaño de Gorosito fue el primer anuncio importante; faltando 10’ el achique oportuno de Pietrobono y la floja definición de Tapia alargaron el grito de empate y clasificación (también) de los azuleños; y a los 40’ uno de los tantos desbordes de Zirilli por la derecha terminó en centro que el solitario gigante Phontot cabeceó al gol.
Daba cosa hacerlo pero cada hincha bataraz, aunque lo niegue, pidió la hora, que suene de una vez por todas el silbatazo final. Y el alivio llegó. Con el empate el objetivo se logró. Pero otra vez se quedó en deuda. Es hora de autocrítica a fondo, observación de imágenes, trabajo y corrección de los (muchos) errores, pero sobre todo que mientras el “Mono” Peralta no esté adentro, aflore la personalidad de cada uno para hacerle frente a las situaciones adversas del trámite sin perder orden, jugadores ni, mucho menos, puntos que ahora en más dolerán de verdad.
Síntesis
Estadio: Parque Carlos Guerrero, Olavarría.
Arbitro: Andrés Merlos, de Tandil.
Estudiantes: Ignacio Pietrobono; Ayrtor Benítez (18’ ST Paul Giunta), Miguel Aranzábal, Mauricio Barraza, Maximiliano Lapalma; Emilio Cardona, Federico Gatti, Daniel Sánchez, Fernando Bricka (33’ ST Mauro Giunta); Emilio Peralta y Leo Sampaoli. DT: Roberto Orsatti.
Chacarita: Lucas Acosta, Fabio Villarreal, Jorge Pais (inicio ST, Simón Ponthot), Antonio Rígoli, Emiliano Arrubia; Marcelo Miglino, Adrián Di Prinzio, Jesús Gorosito; Matías Ochandategui (24’ ST Néstor Arena); Jesús Zirilli y Gastón Tapia (ST 33’ Ricardo Pais). DT: Sebastián Galli.
Goles: 34’ PT Benítez (E), 6’ ST Sampaoli (E), 16’ ST Benítez –ec- (C), 38’ ST Ponthot (C)
Incidencias: 40’ ST partido suspendido 3’ por elementos arrojados al banco de Chacarita; 44’ ST expulsado Cardona (E).
Le ganaba a Chacarita 2 a 0, pero se lo empataron. Su rendimiento volvió a quedar en deuda. Los goles llegaron a través de Ayrtor Benítez y Leonardo Sampaoli. Para la visita, Benítez en contra y Ponthot hizo el del empate. De todas formas, el Bata quedó segundo en el grupo y se metió en la siguiente ronda.
Ya había pasado más de media hora del final del juego y el entrenador de Estudiantes Roberto Orsatti estaba intentando ingresar a las duchas cuando atendió a OLAFUTBOL. Sus frases, en un tono calmo y obligamente menos duras que las de cualquier imparcial, dejaban traslucir una bronca interior previsible en un tipo que durante más de una década regó de temperamento y personalidad las canchas de la provincia de Buenos Aires en paradas mucho, pero mucho más, tensionantes, nerviosas y ásperas que las de esta zona 65 que vio pasar a Estudiantes a duras penas a la siguiente ronda.
A ver algo de lo que dijo ante el grabador…: “La
bronca me va a durar varios días. Soy de encerrarme a buscar explicaciones. Tenemos que mirar lo propio y hacernos cargo. En estos partidos, como les digo a los muchachos…hay que ser más ‘indios’, hay que tirarse de cabeza. Si no lo hacemos, y no metemos, a la primera adversidad, agacharemos la cabeza y quedaremos afuera. Tenemos buenos jugadores, por momentos hacemos las cosas bien pero… En estos partidos, la gente de experiencia se tiene que cargar el partido; no es tema de hacer cargo a los jóvenes”. ¿Clarito, no?Lo importante es que Estudiantes pasó la primera fase; sufriendo pero la superó. Eso no debe sorprender porque les ha pasado a muchos que luego ascendieron (léase Ferro la temporada anterior, por ejemplo). Pero con los play off, ahora comienza el verdadero torneo y las flaquezas de temperamento (que no se cambia con la falsa guapeza de los golpes ó actitudes agresivas) en canchas llenas y con rivales e hinchas mucho más bravos que lapridenses y azuleños, las falencias individuales y colectivas, los excesos de suficiencia en lugares inapropiados, los pecados de juventud, y otros tantos etcétera vinculados, te pueden hacer despedir del torneo.
Teniendo en cuenta que Chacarita es un rival con limitaciones y que si el “Bata” rindiera de bien para arriba la diferencia no baja de un par de goles, lo visto este domingo en el primer tiempo fue aceptable.
Tras un inicio flojo, con Daniel Sánchez arrancando demasiado atrás y con imprecisiones llamativas, la mayor capacidad técnica tuvo algunas ráfagas y cada vez que la pelota llegó a Sampaoli dio la impresión que algo bueno estaba por suceder.
A los 18’, luego de una doble pared, hubo un penal a Lapalma no sancionado por el árbitro tandilense Andrés Merlos (de tarde floja, por permisivo con el juego brusco azuleños en el primer tiempo y por varios fallos desacertados en todo el juego), y enseguida, Emilio Peralta con todo el arco para sí y sin arquero le acertó a la cabeza de Rígoli que desesperadamente intentó y logró impedir el tanto.
Sin brillar, con algunos errores de esos que alteran cualquier ánimo, haciendo difícil lo simple, Estudiantes fue más, llegó un par de veces con Sampaoli (le sobra para esta categoría) y Bricka, y lo pasó a ganar a los 33’ en una pelota parada muy mal defendida por Chacarita: córner al segundo palo, Aranzábal –muy solo- la bajó al punto del penal y Ayrtor Benítez metió un soberbio y fortísimo zurdazo de sobrepique que entró entre la cabeza del arquero Acosta y el travesaño.
Aparecieron los golpes de los funebreros (lo más duro fue lo de Arrubia contra Barraza que para el árbitro ni siquiera fue amonestación), pero también lo mejor de Estudiantes: los últimos 12 minutos de la etapa fue paciencia, movilidad, triangulación y cambio de ritmo aunque sin la profundidad para asestar el golpe que duela.
Lo que faltó allí ocurrió, rapidito, tras el descanso. A los 6’ del segundo tiempo, con un Chacarita parado mucho más adelante y dejando huecos, la jugada la inició Cardona, derivó en Peralta que mano a mano con el arquero prefirió el toque al medio para que Sampaoli marque el segundo.
Volvieron las brusquedades del tricolor de Azul pero Merlos siguió haciendo la de Pilatos. Ochandategui y Gorosito tuvieron un perdón injustificado y Chacarita empezó a jugársela ante un Estudiantes que empezó a desordenarse, a perder en el ida y vuelta intenso, desprolijo y friccionado.
La cosa empezó a complicarse cuando a los 15’ un centro frontal, simple para defensores y arquero, fue peinado por Benítez con Pietrobono yendo a buscarla.
Casi calcado que ante Piazza, los delanteros bataraces tuvieron chances para liquidarlo pero no lo hicieron y nadie se hizo cargo ni de bancar la mitad de la cancha con pelota bajo la suela (lo ideal) o con presencia intimidante para recuperarla.
Chacarita creció (Estudiantes lo dejó hacerlo) con las trepadas de Zirilli, el empuje de Rígoli y Di Prinzio, la inteligencia de “Machi” Arena para jugar flotando a la espalda de Gatti y las tremendas actitud y ganas del resto.
Un tiro en el travesaño de Gorosito fue el primer anuncio importante; faltando 10’ el achique oportuno de Pietrobono y la floja definición de Tapia alargaron el grito de empate y clasificación (también) de los azuleños; y a los 40’ uno de los tantos desbordes de Zirilli por la derecha terminó en centro que el solitario gigante Phontot cabeceó al gol.
Daba cosa hacerlo pero cada hincha bataraz, aunque lo niegue, pidió la hora, que suene de una vez por todas el silbatazo final. Y el alivio llegó. Con el empate el objetivo se logró. Pero otra vez se quedó en deuda. Es hora de autocrítica a fondo, observación de imágenes, trabajo y corrección de los (muchos) errores, pero sobre todo que mientras el “Mono” Peralta no esté adentro, aflore la personalidad de cada uno para hacerle frente a las situaciones adversas del trámite sin perder orden, jugadores ni, mucho menos, puntos que ahora en más dolerán de verdad.
Síntesis
Estadio: Parque Carlos Guerrero, Olavarría.
Arbitro: Andrés Merlos, de Tandil.
Estudiantes: Ignacio Pietrobono; Ayrtor Benítez (18’ ST Paul Giunta), Miguel Aranzábal, Mauricio Barraza, Maximiliano Lapalma; Emilio Cardona, Federico Gatti, Daniel Sánchez, Fernando Bricka (33’ ST Mauro Giunta); Emilio Peralta y Leo Sampaoli. DT: Roberto Orsatti.
Chacarita: Lucas Acosta, Fabio Villarreal, Jorge Pais (inicio ST, Simón Ponthot), Antonio Rígoli, Emiliano Arrubia; Marcelo Miglino, Adrián Di Prinzio, Jesús Gorosito; Matías Ochandategui (24’ ST Néstor Arena); Jesús Zirilli y Gastón Tapia (ST 33’ Ricardo Pais). DT: Sebastián Galli.
Goles: 34’ PT Benítez (E), 6’ ST Sampaoli (E), 16’ ST Benítez –ec- (C), 38’ ST Ponthot (C)
Incidencias: 40’ ST partido suspendido 3’ por elementos arrojados al banco de Chacarita; 44’ ST expulsado Cardona (E).
Gentileza Ola Futbol
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