Empezó mejor el visitante y en menos de un minuto llevó peligro. Poco después, a los 8 tras una falla de Steimbach, Marcos Darrigrand abrió el marcador.
Barracas intentó pero nunca pudo jugar colectivamente, por lo que las individualidades parecían ser sus únicas herramientas para acercarse a un Olivera muy seguro. La pelota pasaba por los pies de los primos Enríquez y de Rentería, pero en pocas ocasiones tenían un receptor claro.
















