No hubo brillo futbolístico, pero Jorge Newbery hizo lo que tenía que hacer, que era ganar el primer partido de local frente a Estudiantes, aunque sea por la mínima diferencia. Como fue el escueto 1 a 0 que se vio ayer, donde ninguno de los dos logró imponer su mejor línea de juego en la fría tarde lapridense.
Se lo perdió Minella para Estudiantes a los 5', solo debajo del arco, luego de un centro desde la izquierda que sorprendió a Palmieri, pero en respuesta y aviso un centro desde la izquierda del Patotero sorprendió al fondo de Estudiantes. El trámite se hizo enredado, ambos comenzaron a compartir el balón y las imprecisiones y toda la apuesta de un lado y otro, fueron apenas insinuaciones que se diluyeron en la puerta del área, donde los marcadores ganaban sobre los delanteros. No podían Aresi y González con D'Onofrio y Alveira; lo mismo ocurría con las parejas Fazio - Lescano y Marcobechio - Minella. Una de Aresi se fue muy cerca sobre los 31' y sobre los 42' Marcobechio ganó de arriba para que Jalil sacara al tiro de esquina el cabezazo del central lapridense.
El segundo tiempo tuvo de diferente el gol que Martín Rivas estampó sobre los 19 minutos e
Logró una rápida ventaja, fue dominado en el segundo tiempo, ganó 4 a 2, pero... Estudiantes se quedó en los penales (¨El Popular¨)
A Estudiantes la desilusión le llegó algo tarde, en los penales. Jugó un segundo tiempo tan malo, fue superado de un modo tan claro por Jorge Newbery, que la instancia de los penales se produjo porque los lapridenses fueron menos efectivos, o porque se jugaron a cara descubierta por un empate que tuvieron varias veces al alcance de los dedos, y terminaron dejando grandes espacios para los últimos dos goles bataraces.
No era para sospechar esa angustia del segundo tiempo. En el primero el partido se abrió muy rápido para Estudiantes. Antes de los 5' había igualado la eliminatoria: pelotazo alto desde la derecha de Tesitore, dudaron Palmieri y Bertolotto en el vértice del área chica, Diribarne puso la punta del botín y la mandó adentro. En la segunda llegada, el Bata consiguió el segundo gol: córner ejecutado por Tesitore desde la izquierda, anticipo de Juan Manuel Bertolotto en el primer palo e impecable cabezazo al ángulo derecho de Palmieri.
¿Liquidado? Parecía, porque lo de Newbery era d
Si el empate no llegó, fue de casualidad, como en ese desborde de Peralta por la derecha que no pudieron empujar tres en el segundo palo; el penal de Alveira (se protegió la cara con los antebrazos) a centro de Marcobecchio; el pelotazo de Aresi que rebotó en el último cruce; un derechazo de Iriarte que cayó en el techo del arco de Jalil y el bombazo de Peralta que cacheteó Jalil. Estudiantes, que estaba atado, consiguió algo de aire cuando Minella escapó por la derecha y desde el vértice del área grande sacó un derechazo cruzado que se clavó en el ángulo del segundo palo. Pero se equivocó en una pelota parada a favor, Ferreyra no pudo anticipar a Río en tres cuartos, se le fue y definió con un toque bajo. Otra vez a sufrir, y ese sufrimiento se alargó casi hasta el final. Pelotazo desesperado desde el fondo, falla de Marcobecchio; Diribarne que andaba cerca pescó la pelota y desde la medialuna la clavó abajo. Penales asegurados, como parecía antes del descanso, pero desde los doce pasos pasó lo mismo que en el segundo tiempo: Newbery estuvo mucho más lúcido.
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